Una tarde de mayo, cuando el sol ya empezaba a inclinar su luz sobre Santa Cruz, una espiral de humo ascendió desde los matorrales de un solar en Tíncer. Vecinos salieron a los balcones, entre susurros de alarma y teléfonos marcando el 1-1-2. No hubo víctimas, solo el suspiro del susto y la ceniza danzando al viento. Esta historia nos recuerda la fragilidad del entorno y la importancia de la prevención.
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Donde el fuego tocó el Barranco
Horas después, como si el incendio anterior hubiera dejado una estela encendida, las llamas visitaron el Barranco de Santos. Allí, en la zona del barrio de Salamanca, el fuego se llevó los rastrojos, pero no el alma de la comunidad. Gracias a la rápida intervención, todo quedó en susto. Y aunque nadie resultó herido, no olvidemos la normativa extinción campanas de cocina, que protege espacios aún más vulnerables.
Automatismos que salvan
La tecnología también tiene su lugar en el combate del fuego. Los sistema extinción automática campanas extractoras son escudos invisibles en cocinas profesionales. Su acción inmediata puede evitar tragedias. Un simple fallo en la campana y, sin esta protección, todo podría arder en segundos. La prevención no solo se trata de apagar incendios, sino de no permitir que empiecen.