Un incendio arrasa un almacén de brócoli en Lorca: la importancia de reforzar la seguridad industrial.
El reciente incendio declarado en un almacén de manipulación de brócoli en el polígono industrial Sarprelorca, en Lorca, ha puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad urgente de reforzar las medidas de seguridad contra incendios en entornos industriales. El fuego, originado en un grupo electrógeno, se propagó con rapidez debido a la presencia de materiales altamente combustibles como cajas de plástico, cartón y palés, generando una densa columna de humo negro visible a varios kilómetros.
Cerca de medio centenar de trabajadores tuvieron que ser evacuados mientras los equipos de emergencia intervenían para controlar el siniestro. Aunque no hubo víctimas mortales, varias personas resultaron afectadas por inhalación de humo y el edificio sufrió daños estructurales graves, demostrando una vez más cómo un pequeño fallo puede desencadenar consecuencias devastadoras en cuestión de minutos.
Reforzar la seguridad industrial con medidas estructurales
La seguridad en los polígonos industriales no puede depender únicamente de la reacción rápida de los equipos de emergencia. La clave está en la prevención y la planificación. En este sentido, las medidas estructurales y los sistemas de protección pasiva son fundamentales para evitar que un incidente aislado se convierta en una catástrofe.
Uno de los puntos más críticos en la prevención de este tipo de siniestros es la resistencia al fuego de las estructuras metálicas. En muchas naves industriales, los elementos de acero pierden su capacidad portante a partir de los 500 °C, lo que puede provocar el colapso del edificio en pocos minutos. Por ello, es esencial ignifugar estructuras metalicas, garantizando que la integridad del armazón se mantenga durante el tiempo suficiente para evacuar al personal y permitir la intervención de los bomberos.
Por qué es esencial ignifugar estructuras metálicas en entornos industriales
El proceso de ignifugar estructuras metálicas consiste en aplicar productos o sistemas que aumentan la resistencia del acero frente a las altas temperaturas. Estos recubrimientos, ya sean de pintura intumescente, morteros proyectados o paneles específicos, actúan como una barrera térmica que retrasa el aumento de temperatura del metal y, por tanto, su debilitamiento.
En industrias como la alimentaria, donde los espacios combinan maquinaria, embalajes y materiales plásticos, el riesgo de incendio es especialmente alto. La protección pasiva mediante ignifugación se convierte en una inversión estratégica que no solo protege vidas humanas, sino también maquinaria, inventarios y continuidad operativa.
Implementar este tipo de medidas evita pérdidas millonarias y minimiza el impacto ambiental que un incendio puede generar, como la emisión de gases tóxicos o la contaminación de aguas residuales durante la extinción.
La labor de una empresa de ignifugaciones en la prevención de desastres industriales
Contar con una empresa de ignifugaciones especializada es un paso decisivo para asegurar la correcta protección de las instalaciones. Estas empresas realizan estudios técnicos para determinar el nivel de resistencia al fuego que requiere cada estructura según su uso, carga de fuego y normativa vigente.
Los profesionales del sector evalúan factores como el tipo de acero, el espesor de los perfiles y el tiempo de resistencia necesario —30, 60, 90 o 120 minutos—, seleccionando el método más eficaz para cada caso. Además, la empresa de ignifugaciones se encarga del mantenimiento periódico, garantizando que los recubrimientos no pierdan su efectividad con el paso del tiempo ni con la exposición a agentes externos.
En zonas industriales como la Región de Murcia, donde existen múltiples instalaciones agroalimentarias y logísticas, el papel de estas empresas es esencial para preservar el tejido productivo y evitar tragedias que podrían prevenirse con una correcta planificación.
La protección pasiva contra incendios: clave para la seguridad y la continuidad operativa
Más allá de los sistemas automáticos de detección y extinción, la protección pasiva contra incendios constituye la primera línea de defensa en cualquier edificio industrial. Su función es limitar la propagación del fuego y mantener la estabilidad estructural el máximo tiempo posible.
Este tipo de protección incluye elementos como:
- Revestimientos ignífugos para estructuras metálicas y de hormigón.
- Sellados cortafuegos en pasos de instalaciones.
- Puertas y tabiques resistentes al fuego.
- Falsos techos y conductos de ventilación diseñados para contener la propagación de gases y llamas.
Gracias a estas soluciones, las llamas encuentran barreras que impiden su avance, dando tiempo a la evacuación y al control del fuego sin comprometer la integridad del edificio. En el caso de la nave de Lorca, una correcta aplicación de medidas de protección pasiva contra incendios podría haber limitado el alcance de los daños y reducido el riesgo para los trabajadores.
Formación y cultura preventiva: pilares de la seguridad industrial
De nada sirve disponer de instalaciones ignifugadas si no existe una cultura preventiva entre los trabajadores. La formación continua en procedimientos de emergencia, uso de extintores y evacuación es tan vital como la inversión en infraestructura.
Cada empresa debe contar con un plan de autoprotección actualizado, revisiones periódicas de los sistemas eléctricos y de ventilación, y simulacros que preparen al personal para actuar con rapidez. La coordinación entre seguridad pasiva, activa y humana es el único camino hacia una protección integral.
La prevención, una inversión que salva vidas y patrimonio
El incendio en el almacén de Lorca no es un hecho aislado, sino un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas instalaciones industriales ante el fuego. La combinación de materiales combustibles, maquinaria eléctrica y estructuras metálicas sin protección adecuada es una fórmula peligrosa.
Solo mediante la ignifugación profesional, la protección pasiva contra incendios y la formación preventiva, las empresas pueden garantizar entornos seguros, proteger a su personal y mantener su productividad frente a cualquier eventualidad. Invertir en seguridad no es un gasto: es la mejor garantía para el futuro.

