NTP 600 y la seguridad industrial: ¿qué podemos aprender hoy en la práctica empresarial?

NTP 600 y la seguridad industrial: ¿qué podemos aprender hoy en la práctica empresarial?

En el ámbito de la seguridad industrial, la NTP 600 continúa siendo un referente histórico para comprender la evolución de la normativa en materia de incendios, a pesar de que fue sustituida por las NTP 831 y 832. Lo que en su día se planteó como una guía técnica bajo el RD 786/2001 hoy se convierte en un recurso útil para evaluar riesgos, actualizar protocolos y reforzar la cultura de la prevención.

El contexto actual, marcado por la industria 4.0, nos enfrenta a riesgos tradicionales como combustibles y procesos industriales, y a nuevos desafíos como las baterías de litio, la automatización y la inteligencia artificial aplicada a la detección de incendios. Frente a este panorama, contar con criterios claros sobre protección activa, evacuación y resistencia de materiales resulta esencial para la sostenibilidad y seguridad de cualquier negocio.

Comprar extintor: la primera línea de defensa

Uno de los aprendizajes que nos deja la NTP 600 es que la seguridad contra incendios comienza con la instalación de equipos de primera intervención. Al comprar extintor, no solo estamos adquiriendo un dispositivo, sino garantizando una herramienta inmediata de respuesta ante conatos que podrían escalar a siniestros de gran magnitud.

Los extintores deben instalarse cada 15 metros, en lugares visibles, de fácil acceso y debidamente señalizados. No basta con disponer de ellos; es obligatorio garantizar su mantenimiento, revisar la presión, comprobar la fecha de caducidad y asegurar que el agente extintor sea el adecuado al tipo de riesgo: agua pulverizada, CO₂, polvo químico o espuma.

En entornos industriales, elegir y comprar extintores certificados, homologados y adaptados a la actividad específica es una decisión estratégica que repercute directamente en la seguridad del personal y en la continuidad de las operaciones.

Extintor y la normativa vigente

El extintor sigue siendo uno de los equipos más citados en cualquier plan de protección activa. La NTP 600 establecía criterios de instalación que, si bien han evolucionado, mantienen su esencia: proximidad al riesgo, accesibilidad y señalización clara.

Hoy, las normativas en seguridad industrial refuerzan este criterio, insistiendo en que cada trabajador debe saber localizar y usar un extintor en cuestión de segundos. No se trata únicamente de cumplir una disposición legal, sino de garantizar que las personas estén capacitadas para reaccionar con rapidez y eficacia.

En este sentido, invertir en formación práctica, simulacros y capacitación continua asegura que los equipos de extinción no se conviertan en meros elementos decorativos. Un extintor correctamente manipulado puede evitar la propagación del fuego y salvar vidas en situaciones críticas.

Normativa extintores: un marco de seguridad imprescindible

La normativa extintores vigente en la actualidad se apoya en los principios técnicos que ya señalaba la NTP 600: clasificación de riesgos, cálculo de carga de fuego y determinación de instalaciones mínimas. Aunque los textos legales han cambiado, la esencia permanece.

De acuerdo con la legislación actual, las empresas deben:

  • Instalar extintores portátiles en función de la superficie construida y la actividad desarrollada.
  • Garantizar un máximo de 15 metros de recorrido hasta el extintor más cercano.
  • Realizar inspecciones trimestrales y mantenimientos anuales certificados.
  • Sustituir aquellos equipos que no cumplan con las normas UNE y EN de seguridad.

Cumplir con la normativa de extintores no solo evita sanciones administrativas, sino que refleja el compromiso de la empresa con la seguridad de sus empleados y sus activos productivos.

Clasificación de riesgos según la NTP 600

Una de las grandes aportaciones de la NTP 600 fue la clasificación de riesgos intrínsecos en función de la densidad de carga de fuego: bajo, medio y alto. Este sistema permite a los ingenieros diseñar planes de seguridad proporcionales a la magnitud del riesgo presente.

En instalaciones con alta densidad de carga, los requisitos de protección activa y pasiva aumentan: mayor número de extintores, sistemas de rociadores automáticos, hidrantes y resistencia reforzada de los materiales constructivos.

Hoy en día, esta metodología sigue siendo el punto de partida para la evaluación de proyectos industriales, adaptándose a nuevas amenazas como los acumuladores energéticos o los entornos de automatización avanzada.

Tipos de establecimientos industriales y seguridad

La NTP 600 también clasificaba los establecimientos industriales en función de su uso y características constructivas: desde espacios compartidos con otras actividades (Tipo A) hasta grandes superficies abiertas (Tipo E).

En el contexto actual, esta categorización resulta fundamental para parques logísticos, naves de almacenamiento y centros de distribución. La tipología del edificio determina no solo la cantidad y tipo de extintores necesarios, sino también la disposición de las vías de evacuación, los sistemas de ventilación y la señalización obligatoria.

Protección activa y pasiva: un binomio inseparable

El documento de referencia hacía hincapié en la protección activa y pasiva como pilares complementarios. La resistencia al fuego de los materiales (M0, M1, M2) debe ir acompañada de instalaciones automáticas de detección, alarmas sonoras y visuales, además de los imprescindibles extintores portátiles.

Sin embargo, la tecnología actual permite integrar sistemas de detección inteligentes, capaces de identificar humo, calor o gases tóxicos en cuestión de segundos. Estas innovaciones se alinean con la base establecida por la NTP 600, demostrando que los principios clásicos siguen vigentes, aunque adaptados a un entorno digital y conectado.

Evacuación y ventilación: factores decisivos

Una empresa puede disponer de sistemas de detección avanzados y de extintores en perfecto estado, pero si las rutas de escape no están claramente señalizadas y libres de obstáculos, la seguridad se ve comprometida.

La NTP 600 ya insistía en la importancia de la evacuación y la ventilación natural o forzada. Hoy, estas directrices cobran especial relevancia, pues el diseño de los edificios industriales incluye cada vez más áreas de almacenamiento con alta carga térmica o zonas automatizadas que requieren planes de salida específicos.

Una guía que sigue marcando el camino

Aunque la NTP 600 ya no esté en vigor, su influencia sigue siendo evidente en la normativa de extintores y en la estructura de la seguridad contra incendios. Revisarla hoy no es un ejercicio de arqueología normativa, sino una oportunidad de comprender la evolución de la seguridad industrial y reforzar la cultura de prevención.

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *