Una triste mañana sacudió a Gualeguay con una noticia que golpeó fuerte a toda la comunidad: Miguel Ángel Del Antonia, bombero voluntario, falleció en un incendio en su hogar. Todo ocurrió en una casa ubicada en calle 102 y Camino Consorcio. A pesar del rápido accionar de sus compañeros, el fuego ya había hecho lo peor. Miguel tenía 56 años y era muy querido en el cuerpo de bomberos local.
El siniestro y el hallazgo del cuerpo
Los primeros en llegar fueron policías y varias dotaciones de bomberos, alertados por un llamado desesperado alrededor de las seis de la mañana. El fuego había avanzado con fuerza y fue necesario un arduo trabajo para poder controlarlo. Cuando por fin pudieron ingresar, encontraron el cuerpo sin vida de Miguel en uno de los dormitorios. Se están realizando peritajes para determinar cómo empezó todo y por qué el fuego avanzó tan rápido.
Fallas que cuestan vidas
Entre las líneas de investigación, se analiza si había un sistema extinción automática campanas extractoras en funcionamiento, ya que este tipo de dispositivos puede marcar una gran diferencia en incendios domésticos. En muchos casos, la ausencia de este sistema provoca que el fuego se expanda antes de que llegue ayuda. La comunidad empieza a preguntarse si se están tomando las medidas de prevención adecuadas en los hogares.
Cuestión de prevención y normas vigentes
Este caso también pone en discusión la necesidad de cumplir con la normativa extinción campanas de cocina, especialmente en viviendas que tienen instalaciones antiguas o sin revisar. Las autoridades señalaron que es fundamental que cada hogar revise su equipamiento y su estado para evitar tragedias como la de Miguel. Hoy, más que nunca, se insiste en que la prevención debe ser una responsabilidad compartida.
