La Justicia pone fecha al caso de la mujer abrasada en Cájar: octubre

La Justicia pone fecha al caso de la mujer abrasada en Cájar: octubre

El próximo 29 de octubre a las 10:00 horas, el Juzgado de lo Penal 5 de Granada celebrará el juicio por el caso que conmocionó a la comarca metropolitana de Cájar: el brutal incendio en un escape room que dejó a una mujer con quemaduras graves, ingresada en la UCI. Este caso, que ha levantado una gran polémica, pone sobre la mesa la imperiosa necesidad de garantizar la protección pasiva y activa contra incendios en espacios de ocio, especialmente en locales como los escape rooms, que combinan experiencia y riesgo.

El Ministerio Fiscal acusa a los tres responsables del escape room de un delito de lesiones por imprudencia grave, solicitando además una indemnización conjunta y solidaria cercana a los dos millones de euros por los daños físicos y psicológicos sufridos por la víctima. Pero, más allá del caso judicial, surgen preguntas imprescindibles para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro.

¿Cumplen los escape rooms con la normativa vigente contra incendios?

Este trágico accidente en Cájar hace saltar las alarmas sobre la estricta necesidad de que todos los locales públicos, y en particular los escape rooms, cumplan con la normativa de seguridad contra incendios. Esto incluye desde sistemas de detección y extinción automáticos, hasta rutas de evacuación claras, señalización visible y formación exhaustiva de los trabajadores.

¿Contaban estos espacios con la correspondiente licencia de apertura en regla? ¿Se comprobó que tenían aprobadas las medidas técnicas de seguridad y que cumplían con el Código Técnico de Edificación y la normativa local? Son interrogantes que debemos exigir para garantizar la seguridad.

Licencias de actividad y apertura: un pilar fundamental para la seguridad

Una licencia de apertura en Sevilla o en cualquier otra ciudad no es un simple trámite administrativo, sino una garantía de que el espacio cumple con las normativas municipales, de seguridad, sanidad y medio ambiente. La ausencia o caducidad de esta licencia de apertura Sevilla puede implicar un riesgo elevado, como ocurrió en Cájar, donde el escape room no contaba con los permisos necesarios para operar.

Además, la falta de formación del personal en protocolos de emergencia, el uso de materiales inflamables sin control y la ausencia de señalización adecuada agravan la vulnerabilidad de los usuarios. La prevención activa mediante simulacros y la formación continua es tan vital como la protección pasiva instalada.

Protección pasiva y activa contra incendios: ¿qué debe incluir un escape room?

La protección pasiva contra incendios incluye la correcta instalación de puertas cortafuegos, materiales ignífugos, señalización luminosa y sistemas de ventilación que eviten la propagación del humo y el fuego. Por su parte, la protección activa abarca la presencia de extintores adecuados, detectores de humo, rociadores automáticos y sistemas de alarma que alerten a tiempo de cualquier conato de incendio.

En el caso del escape room de Cájar, la investigación reveló que los extintores instalados eran para incendios eléctricos, no para combustibles líquidos como la gasolina que se vertió sobre la víctima. Esto evidencia un grave incumplimiento técnico que podría haberse evitado con una correcta asesoría y cumplimiento normativo.

También es fundamental revisar la ventilación y los mecanismos de apertura de puertas, ya que las ventanas y salidas estaban cerradas sin posibilidad de apertura manual o automática, complicando la evacuación. Sin duda, el diseño de estos espacios debe priorizar la seguridad tanto como la experiencia lúdica.

La formación del personal: clave para la prevención y actuación rápida

El personal del escape room debe estar formado en prevención de riesgos laborales y manejo de emergencias. En la tragedia de Cájar, la ausencia de respuestas a las alertas de la víctima, y la falta de conocimiento para actuar rápidamente ante la situación, agravaron las consecuencias del incendio.

Los trabajadores deben recibir formación continua, conocer los protocolos de evacuación y el uso correcto de los dispositivos contra incendios, además de estar entrenados para manejar situaciones de estrés sin poner en peligro la integridad de los clientes.

Regulación y sanciones: la vía para garantizar seguridad

La ausencia de licencias y medidas de seguridad lleva a sanciones administrativas que deben ser ejemplares para evitar que otros negocios operen sin garantías mínimas. Como ejemplo reciente, una pizzería cazada sin licencia en Zaragoza fue sancionada con 1.500 euros, demostrando que la vigilancia sobre la legalidad y seguridad es implacable.

Los escape rooms deben estar sujetos a controles estrictos y periódicos para garantizar que la seguridad sea un requisito irrenunciable y no un mero formalismo administrativo.

Un aviso para todos los espacios de ocio

El juicio que se celebrará en octubre por la mujer abrasada en Cájar no solo debe suponer justicia para la víctima, sino también un punto de inflexión para todo el sector. La tragedia nos recuerda que la protección contra incendios, tanto pasiva como activa, la correcta obtención de licencias y la formación del personal son factores indispensables para garantizar la seguridad en locales cerrados donde el público confía en su integridad.

Es imprescindible que autoridades, propietarios y usuarios exijan y verifiquen que cada espacio de ocio cumple con los requisitos legales y técnicos para evitar que situaciones como esta se repitan. Solo así podremos disfrutar del entretenimiento sin poner en riesgo la vida.

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