Incendio mortal en una discoteca de Macedonia del Norte: 59 muertos y una indignación internacional

Incendio mortal en una discoteca de Macedonia del Norte: 59 muertos y una indignación internacional

Miren ustedes, lo que ha sucedido en la madrugada del domingo en Macedonia del Norte es, sin paños calientes, una salvajada. Un infierno desatado en la discoteca Pulse, en la localidad de Kocani, que se ha llevado la vida de 59 personas y ha dejado heridas a 155. Pero esto no ha sido un accidente imprevisible. No. Aquí hablamos de una tragedia con nombre y apellidos: negligencia, irresponsabilidad y la fatal mezcla de pirotecnia, materiales inflamables y ausencia total de medidas de seguridad.

El incendio comenzó pasadas las tres de la madrugada, cuando en el local, con capacidad para 750 personas, había el doble de asistentes. En el escenario, una banda tocaba mientras dos bengalas iluminaban el aire con chispas blancas, hasta que prendieron fuego al techo. De ahí, el desastre. En segundos, el pánico. Y la estampida.

Sin salidas de emergencia ni extinción efectiva

Si hay algo que define esta tragedia es la falta de medidas de seguridad. No había rociadores, ni bocas de incendios, ni hidrantes. La discoteca contaba con dos extintores y una sola salida improvisada, que encima estaba cerrada con candado. Imagínense la escena: cientos de personas desesperadas buscando una salida que no existía, mientras el fuego consumía el oxígeno.

Si en aquel local hubieran tenido un extintor CO2 a mano en el lugar adecuado, quizá las llamas no habrían llegado a propagarse de manera tan rápida. Pero, claro, pedir medidas de seguridad en ciertos lugares parece un capricho cuando debería ser una norma básica. Y es que en estos espacios, donde las multitudes se concentran y la fiesta lo inunda todo, la prevención contra incendios no es opcional, es vital.

La investigación en marcha

El fiscal general, Ljupcho Kocevski, ha sido claro: la discoteca Pulse operaba sin las mínimas garantías. Se ha abierto una investigación que ya ha llevado a la detención de varios responsables, incluyendo el exministro de Economía, Kreshnik Bekteshi, bajo la sospecha de haber otorgado una licencia de funcionamiento fraudulenta al club.

Más de 20 personas han sido interrogadas, de las cuales 11 están siendo investigadas formalmente. Ocho de ellas podrían ir a prisión. Pero la pregunta es: ¿qué demonios hacía abierta una discoteca sin condiciones mínimas de seguridad? ¿Cómo es posible que esto haya pasado en pleno 2025?

La lección que no aprendemos

Hoy, Macedonia del Norte llora a sus víctimas, con siete días de luto nacional. Pero el problema no es solo suyo. No nos engañemos. Esto podría haber ocurrido en cualquier parte. ¿Cuántos locales nocturnos cumplen a rajatabla las normativas de seguridad? ¿Cuántos dueños de bares y discotecas ven las medidas antiincendios como una carga burocrática en lugar de una garantía de vida?

El fuego no perdona. Y no se apaga solo con buenas intenciones. Si vas a un local y ves que no hay extintor CO2, que las salidas de emergencia están bloqueadas o que no hay sistemas de extinción automática, sal de ahí. Y si eres empresario, saber qué extintor comprar no es una opción, es una obligación. Porque no hay fiesta que valga más que una vida humana.

La tragedia de Kocani nos deja una enseñanza clara: o tomamos en serio la seguridad contra incendios o seguiremos sumando víctimas a la lista de lo evitable. Y eso, amigos míos, no tiene justificación posible.

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