Efectividad del collarín en diferentes materiales de tuberías

Efectividad del collarín en diferentes materiales de tuberías. Protección pasiva contra incendios: fundamentos esenciales en pasos de instalaciones. 

La protección pasiva contra incendios constituye un pilar decisivo en la seguridad estructural de cualquier edificio. Entre todos los puntos críticos, los pasos de instalaciones a través de paredes y forjados resistentes al fuego destacan por su vulnerabilidad. Cada vez que una tubería atraviesa un elemento constructivo, se genera un potencial canal de propagación de humo, gases calientes y llamas. Para garantizar la compartimentación, evitar fallos y mantener las condiciones de resistencia, se requiere una solución técnica capaz de actuar de forma autónoma frente al fuego.

Ese papel lo cumple un sistema específico basado en un diseño expansivo y una activación térmica precisa, cuya función es restaurar la integridad del sector ante el deterioro del material de la tubería. A continuación, desarrollamos un análisis profundo sobre su desempeño en distintos soportes y materiales.

Funcionamiento y activación del collarín: principios de expansión controlada

Un sistema de sellado de estas características está compuesto por una carcasa de acero y un material reactivo que incrementa drásticamente su volumen cuando alcanza temperaturas críticas. Este comportamiento expansivo genera una presión capaz de ocupar el hueco que deja la tubería cuando se degrada o se dilata. El proceso ocurre en segundos y está diseñado para restablecer la continuidad del elemento atravesado.

Los ensayos técnicos acreditan la capacidad de este tipo de dispositivos para alcanzar expansiones superiores a 17:1, con presiones de cierre que aseguran la obturación completa incluso en situaciones de incendio plenamente desarrollado. La rapidez de actuación resulta determinante en tuberías que colapsan de forma anticipada y que pueden favorecer la propagación vertical o horizontal.

Tuberías plásticas: máxima exigencia ante degradación térmica

Las tuberías fabricadas en materiales como PVC, CPVC o polietileno representan el escenario más crítico en términos de reacción al fuego. Su fusión es casi inmediata ante temperaturas elevadas, generando huecos que actúan como chimeneas de propagación. En este contexto, el collarin intumescente ofrece una respuesta determinante gracias a:

  • La expansión instantánea del grafito reactivo.
  • Su capacidad para compensar el colapso total del material plástico.
  • La restitución del aislamiento térmico y la integridad EI requerida.

Los modelos certificados alcanzan clasificaciones de hasta EI 240, cubriendo diámetros pequeños y grandes incluso en tipologías U/U. Esto garantiza un rendimiento sobresaliente en evacuación, saneamiento y redes de fontanería sometidas a normativa estricta.

Multicapa: equilibrio entre resistencia, deformación y sellado

Las tuberías multicapa combinan una estructura híbrida donde un núcleo plástico convive con capas metálicas. Esto provoca comportamientos diferenciales ante el calor, como degradación interna, dilatación irregular y deformación de la sección. Los collarines intumescentes están diseñados para adaptarse a estas particularidades mediante:

  • Expansión controlada que bloquea la pérdida de masa en el núcleo plástico.
  • Capacidad para absorber la dilatación del tubo metálico sin perder estanqueidad.
  • Compatibilidad con distintos espesores y configuraciones constructivas.

Su versatilidad permite instalaciones en diámetros desde pequeños hasta 400 mm, cubriendo edificaciones de uso intensivo, hospitales, centros comerciales o edificios de oficinas donde conviven múltiples servicios.

Acero y cobre: prevención de transmisión térmica y hermeticidad

Las tuberías metálicas no colapsan por fusión, pero sí actúan como transmisores térmicos. La expansión del metal puede generar fisuras o pérdidas de estanqueidad en el elemento constructivo. La efectividad del collarín en diferentes materiales de tuberías en instalaciones metálicas se basa en:

  • Reducir la propagación del calor hacia zonas adyacentes.
  • Impedir el paso de humo caliente a través de microfisuras producidas por dilatación.
  • Mejorar el aislamiento acústico, un beneficio añadido relevante en edificios con exigencias acústicas.

Se trata de una solución preventiva especialmente recomendada cuando se requiere clasificación EI elevada en sectores de alto riesgo o en instalaciones densas.

Compatibilidad con distintos soportes: hormigón, yeso laminado y mampostería

La eficacia de estos sistemas no depende únicamente del material de la tubería, sino también del tipo de soporte. Los dispositivos certificados se instalan sin dificultad en:

  • Forjados de hormigón.
  • Paredes de yeso laminado o tabiques técnicos.
  • Muros de ladrillo y mampostería.

Su diseño con cierre deslizante facilita una instalación rápida y precisa, manteniendo una sujeción firme y sin holguras. La carcasa de acero con revestimiento resistente asegura longevidad, estabilidad y protección frente a ambientes húmedos o agresivos.

Cumplimiento normativo y vida útil certificada

El rendimiento real de estas soluciones depende en gran medida de su certificación. Entre las normativas más relevantes se encuentran:

  • EN 1366-3:2010 para ensayos de pasos de instalaciones.
  • Documentación técnica ETA con marcado CE.
  • Clasificaciones de resistencia al fuego verificadas según EI.

La vida útil supera los 30 años en condiciones ambientales estándar, sin emisiones tóxicas y con plena estabilidad incluso en zonas húmedas clasificadas Z2.

Instalación profesional: garantía del rendimiento y de la resistencia EI

Para que el sistema actúe eficientemente, es indispensable una instalación correcta. Esto incluye:

  • Respetar rangos de temperatura adecuados durante el montaje.
  • Utilizar fijaciones homologadas y ajustadas al diámetro real de la tubería.
  • Colocar el dispositivo en la cara expuesta al fuego según el diseño del sector.
  • Verificar holguras y continuidad del soporte antes del cierre definitivo.

Un montaje preciso asegura el cumplimiento de normativas, evita inspecciones fallidas y garantiza la seguridad del edificio en condiciones extremas.

Seguridad, compatibilidad y rendimiento integral

La eficacia de estos dispositivos en distintos materiales de tuberías es indiscutible cuando se seleccionan correctamente, se instalan según normativa y forman parte de una estrategia completa de protección pasiva. Son imprescindibles en tuberías plásticas, estratégicos en sistemas multicapa y altamente recomendables en instalaciones metálicas. Su propósito final es claro y decisivo: impedir la propagación del fuego cuando más se necesita.

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