La escuela taller de Castrillón aprende a desenvolverse ante el peligro real de incendios

La escuela taller de Castrillón aprende a desenvolverse ante el peligro real de incendios.

La Escuela Taller de Castrillón ha puesto en marcha un innovador programa de formación práctica en seguridad contra incendios, orientado a dotar a los alumnos de herramientas efectivas para desenvolverse en situaciones de riesgo. Los estudiantes del curso de Limpieza de Espacios Abiertos e Instalaciones Industriales participaron en un entrenamiento diseñado para reproducir escenarios reales, bajo la supervisión de los bomberos del aeropuerto y la empresa Vitaly.

El objetivo principal es que los jóvenes no solo comprendan la teoría de la prevención, sino que también vivan de primera mano la experiencia de actuar frente a un incendio. Gracias a esta iniciativa, se promueve la conciencia preventiva y se forman profesionales con competencias adicionales para el ámbito laboral.

La práctica con distintos extintores como base de la formación

Uno de los elementos centrales del taller fue la utilización de diferentes tipos de extintores, fundamentales en la primera respuesta ante un conato de incendio. Cada alumno pudo aprender la técnica de activación, la distancia de uso más segura y la correcta orientación del chorro.

Los bomberos explicaron la importancia de reconocer qué clase de fuego se está enfrentando y qué equipo resulta más eficaz en cada situación. Este conocimiento práctico fortalece la seguridad de los alumnos y mejora su preparación para escenarios que pueden presentarse en cualquier espacio de trabajo.

La utilidad del extintor ABC en situaciones de emergencia

Entre los dispositivos más destacados se encuentra el extintor ABC, ampliamente recomendado en entornos laborales e industriales por su versatilidad. Este tipo de equipo puede combatir fuegos de clase A (materiales sólidos como madera, papel o textiles), clase B (líquidos inflamables como aceites o combustibles) y clase C (gases combustibles).

Durante la capacitación, los instructores remarcaron que conocer el funcionamiento del extintor ABC resulta esencial para actuar con rapidez y seguridad. Se trata de uno de los equipos más presentes en edificios públicos, vehículos y naves industriales, lo que refuerza la necesidad de familiarizarse con su uso desde la formación inicial.

Normativa extintores y su aplicación en la formación

Además del entrenamiento práctico, los alumnos recibieron información relacionada con la normativa extintores, indispensable para garantizar la seguridad en cualquier instalación. Estas regulaciones establecen aspectos como la obligatoriedad de contar con equipos en lugares estratégicos, la periodicidad de las revisiones, el mantenimiento preventivo y las características que debe cumplir cada dispositivo según el tipo de riesgo.

Conocer la normativa extintores asegura que los futuros trabajadores comprendan la importancia de cumplir con las exigencias legales y técnicas, evitando sanciones y, sobre todo, garantizando la protección de personas y bienes. La integración de estas normas en la formación amplía la visión de los alumnos sobre la seguridad integral.

La experiencia sensorial como herramienta de aprendizaje

El entrenamiento se desarrolló en un simulador móvil de incendios, equipado para recrear escenarios como fugas de gas o incendios en superficies líquidas. Allí, los alumnos pudieron percibir la intensidad del calor y la radiación que emite el fuego, factores imposibles de transmitir solo a través de la teoría.

Este tipo de experiencias fortalece la confianza de los participantes, quienes aprenden a mantener la calma y a ejecutar procedimientos de forma correcta incluso bajo presión. El contacto directo con las llamas en un ambiente controlado se convierte en un recurso pedagógico invaluable.

Formación adaptada a las exigencias laborales

El director de la Escuela Taller, Pablo Fernández, y el monitor Marino Gómez destacaron la relevancia de esta iniciativa, ya que los futuros operarios de limpieza viaria trabajan con herramientas como desbrozadoras, donde el riesgo de incendio está presente. Incluir esta capacitación en el programa académico incrementa las competencias de los alumnos y refuerza la seguridad en sus futuras labores.

El proyecto cuenta con una alta aceptación, lo que demuestra que la formación práctica, unida al conocimiento técnico, resulta efectiva tanto para el desarrollo profesional como para la empleabilidad de los jóvenes.

Un programa social con resultados visibles

La Escuela Taller de Castrillón se dirige a jóvenes desempleados entre 16 y 30 años, quienes durante los tres primeros meses reciben una beca y, posteriormente, un contrato laboral con el Ayuntamiento que cubre el 75% del Salario Mínimo Interprofesional. Esta modalidad permite que los participantes no solo adquieran conocimientos teóricos y prácticos, sino que también se integren en el mercado laboral con experiencia real.

El entusiasmo mostrado por los alumnos refleja el éxito del programa, que combina oportunidades laborales con formación integral en seguridad, un valor añadido para cualquier empleador.

La prevención como eje transversal de la educación laboral

Integrar la prevención y el conocimiento de equipos como el extintor ABC dentro de la formación no es un complemento, sino un requisito esencial para la preparación de trabajadores responsables y competentes. Al comprender tanto la práctica como la normativa extintores, los alumnos salen al mundo laboral con habilidades que van más allá de su especialidad técnica, contribuyendo a entornos más seguros.

La cultura preventiva, transmitida desde los primeros pasos de la formación, constituye un legado que los jóvenes podrán aplicar no solo en su trabajo, sino también en su vida personal y comunitaria.

Formación que salva vidas y construye futuro

La experiencia de la Escuela Taller de Castrillón demuestra que preparar a los jóvenes para desenvolverse ante el fuego es una inversión en seguridad y en futuro. El aprendizaje práctico con diferentes extintores, la comprensión del uso del extintor ABC y la integración de la normativa extintores garantizan que los egresados estén listos para actuar en cualquier escenario de emergencia.

Este modelo de enseñanza integral, que une teoría, práctica y conciencia social, es un ejemplo a seguir para otros centros de formación. La prevención no solo protege instalaciones, también salva vidas, y formar a las nuevas generaciones en estos valores es una responsabilidad compartida.

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